El pasado miércoles 26 de marzo se cumplió una semana de protestas en Turquía luego del arresto del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, bajo una orden del Ministerio del Interior del país, que suspendió al funcionario de su cargo. Miles de ciudadanos se tomaron las calles para protestar contra la decisión del presidente Recep Tayyip Erdogan, argumentando que este quería deshacerse de su principal rival.