En México, por años, los crímenes más letales no han ocurrido en las sombras del país, en lugares desconocidos e inaccesibles para las autoridades y los ciudadanos. Se llevan a cabo en el centro del país, a plena luz. Recientemente, un grupo de familias de Jalisco, que buscaban a personas cercanas desaparecidas, denunció un hallazgo terrorífico: habían descubierto un centro de exterminio en el que se cometieron los crímenes más atroces e inimaginables.El descubrimiento tuvo lugar en Teuchitlán, un pueblo que está a menos de una hora de Guadalajara.