La ex consejera presidencial para las regiones Sandra Ortiz alista motores para encender el ventilador en el escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), que le costó su cabeza en el Gobierno de Gustavo Petro.Ortiz ha dicho en voz baja que podría contarle al país lo que sabe del entramado de corrupción más grande en esta administración. La exsenadora boyacense siente que el Gobierno Petro la dejó sola y, aunque insiste en su inocencia, la justicia le cierra el cerco y promete condenarla. Ante esto, ella busca inmunidad total.