El chuchuchú es hoy una realidad. Así lo demuestra un detallado informe de la Contraloría General de la República, conocido en exclusiva por SEMANA, que recopiló con datos financieros la situación de las EPS en el país. Las cifras son dramáticas y alarmantes. Y especialmente demuestran lo que muchos han venido advirtiendo: el arponazo que el Gobierno Petro le dio a estas entidades prestadoras de servicio de salud, por medio de las intervenciones forzosas de la Superintendencia Nacional de Salud, lejos de haber rescatado a esas entidades, las ha destruido por dentro.