La desconexión de electrodomésticos se ha convertido en un hábito cada vez más común en muchos hogares, impulsado por la necesidad de reducir el consumo energético y evitar el denominado “consumo fantasma”, aquel que se produce cuando los aparatos permanecen conectados a la corriente eléctrica pese a no estar en uso.Dispositivos como televisores, cargadores de celular, computadores, microondas, cafeteras o tostadoras son algunos de los equipos que, debido a su uso esporádico, pueden ser desconectados sin afectar su funcionamiento.