La 21.ª y última etapa de la Vuelta a España fue suspendida definitivamente este domingo en Madrid, a 56 kilómetros de la meta, luego de que manifestantes propalestinos invadieran el recorrido en la capital española, según informaron los organizadores.
La carrera, perturbada casi a diario durante tres semanas, no logró llegar a su término y la etapa final no tendrá un ganador.
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Líder de la clasificación general, el danés Jonas Vingegaard conquistó la 80.ª edición de la ronda española.
La dirección comunicó a la AFP que no se celebrará ninguna ceremonia de podio.
En la Gran Vía, por donde los ciclistas debían pasar varias veces en un circuito urbano, los manifestantes derribaron las barreras y entraron en la calzada, algunos coreando “boicot a Israel”, mientras el humo verde y rojo llenaba el aire.
Cerca de Atocha, la estación central de trenes de Madrid, la policía cargó contra los manifestantes y lanzó gases lacrimógenos.
Los corredores, que se encontraban a unos 56 kilómetros de la meta, se detuvieron y bajaron de la bicicleta antes de que la Vuelta fuera cancelada.
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Varias etapas ya habían sido recortadas previamente debido a las protestas contra la participación del equipo Israel-Premier Tech.
Varios miembros del Gobierno de izquierda respaldaron públicamente el movimiento en un país donde el apoyo a la causa palestina es amplio.
Las autoridades intensificaron la seguridad para la etapa final en Madrid ante las grandes protestas previstas, pero no lograron evitar que la carrera se suspendiera.