Los billetes antiguos tienen un gran valor para los coleccionistas, especialmente aquellos con errores, baja circulación o características únicas. Esta forma de coleccionismo se llama la numismática y es ampliamente conocida en Colombia. Un ejemplo es el billete de 1.000 pesos con la imagen de Jorge Eliécer Gaitán, emitido por última vez en 2016, que puede alcanzar un precio de hasta 215.000 pesos en el mercado de coleccionismo.
Otro billete buscado es el de 10.000 pesos con Policarpa Salavarrieta, emitido en 1995 como reposición, identificado con un asterisco. Su valor varía según su estado, desde 40.000 hasta 250.000 pesos si está sin circular.
Billete colombiano que puede costar 13 millones de pesos
Se trata del billete de medio peso oro que salió a circulación el 20 de julio de 1935. El personaje que aparece en la parte de adelante es Francisco José de Caldas, quien también apareció en otros ejemplares, como el de un peso y el de 20 de hace varias décadas.
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Es muy escaso en el mercado, pues dejó de circular hace varios años. Por este motivo, los valores de compra son bastante altos, aunque siguen dependiendo de la forma en la que esté conservado. En condición regular, 700.000 pesos; aceptable, 1’200.000 pesos; en buen estado, 3 millones de pesos; casi perfecto, 8 millones de pesos y nuevo, sin circular, 13 millones de pesos.
¿De qué depende que un billete viejo valga más?
El valor de un billete antiguo en el mercado de coleccionistas depende, en gran medida, de su rareza. Esto incluye aspectos como una tirada limitada, que haya circulado por poco tiempo o que pertenezca a una serie especial de reposición (identificadas con símbolos como un asterisco). Además, los billetes con errores de impresión, como cifras desalineadas, colores mal aplicados o fallas en el diseño, suelen ser altamente valorados, ya que son piezas únicas o muy difíciles de encontrar.
Otro factor clave es el estado de conservación. Los billetes que no tienen dobleces, manchas, rasgaduras o escritura, y que conservan su textura original, son mucho más apetecidos. Los coleccionistas clasifican el estado en varias categorías que van desde “regular” hasta “sin circular”, siendo esta última la más valorada, pues indica que el billete nunca fue usado. Cuanto mejor se preserve, mayor será su precio en el mercado.
También influye el contexto histórico del billete. Aquellos que conmemoran eventos importantes o que llevan la imagen de personajes destacados en la historia del país tienden a tener una mayor demanda. Por ejemplo, billetes emitidos en fechas especiales o en aniversarios relevantes pueden convertirse en piezas de colección muy codiciadas. La antigüedad por sí sola no garantiza un alto valor, pero combinada con estos elementos, puede elevar significativamente el interés y el precio del billete.
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Billete de 1.000 pesos que puede costar hasta 215.000 pesos
El billete de 1.000 pesos con la imagen de Jorge Eliecer Gaitán, perteneciente a la misma familia que el de Julio Garavito y que dejó de circular en 2016, es muy buscado por coleccionistas debido a su rareza. Uno de los más valorados es el que presenta dos números de serie diferentes, lo que lo hace único y puede alcanzar un precio entre 100.000 y 150.000 pesos por su peculiaridad.
Otra versión muy codiciada es la emitida en 2016, año en el que dejó de circular. Si se encuentra en excelente estado, sin arrugas ni desgaste, puede llegar a costar hasta 215.000 pesos. Además, los billetes emitidos entre 2005 y 2016 también son apreciados, y dependiendo de su conservación, su valor puede alcanzar los 90.000 pesos. La clave está en el estado impecable del billete.