La Unión Europea evaluaba permitir que las aerolíneas cobraran por llevar un elemento de uso personal en cabina durante los vuelos en el viejo continente.
En ciudades como Barcelona, los residentes han llegado al punto de usar pistolas de agua como símbolo de protesta frente al impacto del turismo masivo.
Llevar a una mascota a un viaje en avión suele causar múltiples preocupaciones en muchos pasajeros, sobre todo por el tamaño y la comodidad para viajar.